"Dinosaurios"

de Santiago Serrano

 

El Tinglado-Uruguay (2001)

 

Elenco: Silvana Grucci y Eduardo Virells

Escenografía, luces y vestuario: Raúl Acosta

Música: Alfredo Leirós

Dirección general : Adriana Plaz

 

 

 

Dinosaurios de Santiago Serrano- Teatro El Tinglado Uruguay 2001

 

 

Dinosaurios de Santiago Serrano- Teatro El Tinglado Uruguay 2001

 

 

Dinosaurios de Santiago Serrano- Teatro El Tinglado Uruguay 2001

 

Críticas

 

EXCELENTES ACTUACIONES

Cristina Landó

 

No es nuestro propósito ser reiterativos en cuanto a la crono-estética dramática argentina de los 60, fundadora de movimientos nacidos, desarrollados e interrumpidos por imposiciones políticas, no obstante haber sido de una riqueza inabarcable, fruto de riesgos extremos, asumidos por un grupo de autores que fundaron y consolidaron el proceso del mítico Teatro Abierto.  La modernización de la escena independiente posterior siguió aportando emergentes sustanciales, como la maduración técnico-expresiva a partir de formas innovadoras de actuación.  La situación enriqueció el plantel dramático con un nuevo tipo de autor aparecido en las últimas décadas, buen conocedor del realismo reflexivo y el absurdismo de los 60.  Santiago Serrano (1954) pertenece a este movimiento.

Serrano es un dramaturgo con código propio de expresión, que no recurre específicamente  a los elementos ortodoxos del realismo reflexivo.  El argentino construye un teatro de texto donde la dialogización es fundamental.  Es decir, Serrano no trabaja partiendo de imágenes, sino de la palabra que es lo que considera realmente un compromiso.  El autor, muestra la validez de la síntesis entre la voz verbal y la visión metafórica-alegórica, pero dimensiona la palabra a través de la cual transmite lo ideológico.  La imagen no existe sin la idea que es la que la forma y define, aunque ninguna de ambas sea, por idiosincrasia idiomática, antitética, sino que son complementarias.

El conflicto de Dinosaurios es de estructura sencilla, no simplista. Un tema recurrente: la soledad, el vacío, dos seres que se encuentran en una estación de tren de madrugada, cada cual con sus crisis, sus miedos, sus dudas y complejos.  Al principio se niegan, para después descubrirse en el transcurso, cuando se cuentan mutuamente sus problemas y hallan el impalpable punto de comprensión interna.  El hombre, débil de carácter, sometido a la histeria de su mujer.  La protagonista, aplastada por una madre enferma, cuya muerte tal vez no quiera enfrentar.  El texto tiene mucho de verdad.  Los actores convencen mediante actuaciones sin desbordes, sin gratuitos excesos ni artilugios.  Silvana Grucci y Eduardo Virells sostienen, en un escenario despojado, situaciones estáticas en su mayoría, presentando dos personajes de proceder extraño, profundamente tiernos, líricos, que aún sus diferencias encontraron la forma más sutil de comunicarse y crear una zona límpida para que sus recuerdos y nostalgias no se lastimen nunca.  Son dos diminutos catalizadores de emociones sin destino, que asumen –metafóricamente- ser parte de una raza extinguida: los dinosaurios.  Excelente la dirección de Adriana Plaz.

 

Cristina Landó

Guía del Ocio

30 de Noviembre 2001

Montevideo- Uruguay


 

 

La República- 13/11/2001

Montevideo

"Dinosaurios" en el Tinglado

Santiago Serrano es argentino (12 de mayo de 1954) y conocido de nuestras tablas por "La revuelta" (1984), que estrenó en marzo de 1992 la Comedia Nacional con dirección de Oscar Serra. En 1991 escribe "Dinosaurios", que gana el premio a la mejor obra original en el Festival del Teatro San Martín. Lejos de las pretensiones épicas de "La revuelta", "Dinosaurios", en un formato reducido, con un diálogo que busca y logra la intimidad, corteja y finalmente conquista al espectador: paso a paso la obra se alza sobre el escenario y alcanza el milagro del teatro. Las gradaciones por las que Silvana (Silvana Grucci) y Nicolás (Eduardo Virells) se aproximan hasta intimar, guardan un curioso paralelo con la evolución del mismo Serrano, de "La revuelta" a "Dinosaurios": al comienzo ella canta algo como un himno religioso, fuera de cualquier posible tono de comunicación y exaspera al extraño que se ha sentado en el banco de un andén, a su lado; poco a poco desciende de las alturas para apoyarse en la sencilla prosa de sus cuidados de hija para una madre enferma y su nada rara inexperiencia sentimental; como era de prever, esta sinceridad conmueve a Nicolás. También el hombre, por su parte, abandona poco a poco su empaque y sus ínfulas para confiar a la desconocida su soledad y su derrota. "Dinosaurios" es una historia común, pero no por ello menos tierna y conmovedora. Adriana Plaz, de larga labor en nuestros teatros, tiene como directora el mérito de los matices y contrastes que definen, con claridad y precisión, a "Dinosaurios". El movimiento escénico fue exacto, el tiempo fue el adecuado, con un buen uso de las pausas y de los gestos mudos. Los intérpretes, Eduardo Virells y Silvana Grucci, estuvieron en el justo medio entre la naturalidad y el símbolo: en ningún momento acentuaron el carácter coloquial de los diálogos, que por cierto son corrientes, como corresponde a la acción que describen, pero nunca irrelevantes; también lograron que una buena dicción hablara por sí misma acerca de lo que sólo se puede decir entre líneas, con las palabras pero más allá de ellas.

Para bien de nuestro teatro, estos "Dinosaurios" mostraron una fuerte vitalidad y no parecieron amenazados de extinción.

 

Jorge Arias

 


CRUCE  DE  CAMINOS

María Rosa Carbajal

  “Teatro al Día”                                                                                  

Obra de autor argentino que obtuviera el premio a la mejor obra original  y mención especial al mejor espectáculo en el Festival de  Teatro del Centro Cultural General San Martín de Buenos Aires. Actualmente la obra se exhibe en Buenos Aires y la forma de llegar al público es llevarla a distintos espacios no convencionales, hecho conocido en nuestro medio ya que esta experiencia se emprendió en diferentes oportunidades y  en algunos casos reconocemos que no ameritaba dicho tratamiento. Pero volviendo a la creación de Serrano –recordemos su antecedente aquí en Uruguay , “La Revuelta”, representada por la Comedia Nacional- debemos señalar que la obra es un llamado de atención a la soledad del ser humano, a momentos de desesperanza, a la falta de ternura y la impotencia ante hechos que muchas veces no se saben  manejar. Estos dos personajes –una mujer que para evadirse del miedo que siente al estar sola en el andén comienza a entonar cánticos religiosos y un hombre que llega con la pretensión de leer mientras espera la salida del tren. El  compartir un banco en el andén hace que comience a tejerse una fina trama que los va uniendo y desuniendo, mostrándolos como personas que vivieron un ayer que se les presentó mejor que este presente, que los muestra ,en el caso del hombre como desilusionado del amor,  y a ella como una mujer que cuida de su madre y no tiene ninguna meta en la vida, más que vivir de aquellos recuerdos de antaño recorriendo así las fotografías de todos los parientes que según sus palabras pueblan las paredes de su casa. Y en ese clima de mentiras contadas en el caso de Nicolás (pretende hacerle creer a la ingenua mujer que es un prófugo ) lo cual pone a esta en guardia . Pero todo no es màs que una broma . El tiempo que dura la espera del tren hace posible que esos dos seres solos se lleguen a conocer un poco y lleguen a sentir afecto el uno por el otro. Con diálogos breves, sencillos, llanos por momentos , con pausas por momentos prolongadas de más ,nos trasmiten todo un mundo muy cotidiano, muy natural, muy creíble , aspecto este último difícil de lograr en el momento de decir la palabra sobre el escenario. Hay una correcta dirección de actores y una puesta acorde a cargo de Adriana Plaz, quien ya tiene antecedentes en este rubro. En 1995 dirigió “A Puerta Cerrada” de Jean Paul Sartre, “Vendedor de reliquias” de Rosencof, en 1996 “El reportaje” de Benedetti y “El mago en el perfecto camino de Ricardo Prieto, en 1998 “R.S.V.P” de Ricardo Grasso  y varias obras para niños. El desenvolvimiento de los actores es medido, no caen en excesos ni les falta ese toque de naturalidad tan necesario en una obra donde no existe la pretensión existencialista. Una pieza bien escrita,con un claro mensaje esperanzador. Los rubros técnicos a cargo de Raúl Acosta son bien manejados sobre todo el juego de luces haciendo subir y bajar la intensidad de las mismas de acuerdo al momento por el cual transcurre la acción . Un llamado a la comunicación entre los humanos. El Tinglado.

 


Semanario Brecha  12/10/01

“Dinosaurios”

Vidas al margen

 

 

La obra del argentino Santiago Serrano es de una enorme simpleza.  El encuentro de dos seres solitarios en una estación de trenes a una hora en la que la gente ha desaparecido sirve para que los miedos iniciales se transformen en una comunión de sentimientos.  El se ha ido de la casa, sus peleas con la mujer siempre desembocan en la agresión.  Ella vive rezando y nunca ha podido conseguir un vínculo afectivo que la saque de la unión férrea con la madre.  Ambos están planteados con una cuota visible de ternura, mientras el ámbito desolado sirve para que los primeros choques desaparezcan ante el grito en busca de cariño.  Claro que la trama tiene mucho de previsible, que uno sabe dónde va a terminar el asunto.  La inocencia de la historia se corresponde con un dialogo donde nada suena literario y la fluidez de los parlamentos están aceitados en la dirección de Adriana Plaz, sin permitir ninguna salida de lo estrictamente cotidiano.  En un espacio en el que  la recreación se hace a medias y un poco indefinida, los actores Silvana Grucci y Eduardo Virells componen a estos personajes con general convicción, en una apelación exclusiva a la identificación del espectador.  Ninguna pretensión de convertir el original en un mensaje, simplemente el propósito de dejar que surjan situaciones, bordarlas sin exceso, para reflejar la pequeñez del conflicto y de esos seres y la falta de efectos que Serrano maneja y Plaz retoma.  Una ambientación sonora de Alfredo Leirós apoya la atmósfera entre nostálgica y esperanzada de estas dos vidas fuera del vértigo que se reúnen con la posibilidad de generar un cambio, por lo menos un mínimo cambio, aunque sea por un momento. Aunque sea solamente una tregua.

 

Alfredo Goldstein

 

 

 

Uruguay (2008)

 

Dinosaurios de Santiago Serrano-  Uruguay 2008

 

 

 

Elenco: Silvana Grucci y Eduardo Virells

Escenografía, luces y vestuario: Raúl Acosta

Música: Alfredo Leirós

Dirección general : Adriana Plaz

 

 

 

Dinosaurios. La supervivencia de una especie amenazada de extinción

Dos extraños amantes, de Santiago  Serrano, en teatro de La Candela

La pieza, con el título de "Dinosaurios", se estrenó en el año 2001 en "El Tinglado", también interpretada por Eduardo Virells y Silvana Grucci, con la música de Leirós y la dirección de Adriana Plaz; su reestreno hoy sirve para reexaminar lo que escribimos en noviembre de aquel año.

Algo tiene de antiguo el argumento, y a este aspecto, quizás, se dirige el título original. Título que sólo se explicaba en las últimas frases de Virells (Nicolás); pero "Dos extraños amantes", moderno y convencional, es todavía más lejano a la realidad de la anécdota, donde los protagonistas todavía no son amantes, aunque la platea ansía que lo sean de una vez.

Las dos almas que se encuentran en un andén, se buscan sin saberlo bien y terminan en la alegría de encontrarse, llega a través de un diálogo que contiene todos los matices de la creciente intimidad.

La obra no se impone al espectador: Serrano prefiere conquistarlo sin prisa, paso a paso. La dirección de Adriana Plaz confirió a la pieza el ritmo adecuado y la interpretación, Virells como Nicolás y Grucci como Silvana, reeditaron el mérito de la época de su estreno. Concluiremos con la frase final de nuestra nota de entonces: "Para bien de nuestro teatro, estos "Dinosaurios" (o estos "Dos extraños amantes") mostraron una fuerte vitalidad y no parecieron amenazados de extinción".

En teatro de La Candela.